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04 septiembre 2010

Con garra y magia también se gana

De revés, hacia la derecha y la asiática en viceversa

Por: Luz Ochoa

Las Leonas rugieron y vencieron a China por 2 a 0, con las conquistas de Noel Barrionuevo y la mejor del mundo Luciana Aymar, que con gran imaginación maniobró una magistral jugada para cerrar una noche emotiva y ubicar a la selección en las semifinales.

Tal como una persona camina, así Luciana Paula eludió a las rivales chinas, con simpleza las desparramó y anotó, sin dudas, el mejor gol de la copa mundial. Si bien era el segundo tanto para la Argentina, la capitana produjo la mayor explosión en el estadio mundialista.

En el primer tiempo, las asiáticas ejercían presión e imponían doble, y hasta triple, marca para interrumpir el juego de Aymar, lo que disminuía la producción argentina.

El encuentro fue bastante equilibrado, por lo que ambas selecciones en disputa no pudieron sacarse ventaja y se fueron al descanso sin goles.

Ya en el complemento, las conducidas por Carlos Chapa Retegui salieron con todo. A pesar de que las chinas no dejaban jugar a Lucha, con infracciones y golpes, pocas veces vistos por las árbitros, la cordobesa Soledad García encontraba los espacios para lastimar en el área rival.

El cierre de la defensa asiática alargaba la espera del gol argentino, impacientaba a las jugadoras de Retegui, en especial a la mejora de todas, que vio la tarjeta verde en dos oportunidades.

Con poca claridad, pero con mucha garra el conjunto nacional se acercaba a la portería del equipo dirigido por Kim Sang Ryul, que de la única manera en que llegaba al arco opositor era mediante pases verticales y profundos, a la espera de algún desvío fructífero.

El primer tanto lo marcó Noel Barrionuevo tras una gran ejecución de córner corto, sumando así su cuarto gol en el campeonato. La potencia del golpe hizo que la bocha rompa la red y salga del arco, lo que produjo incertidumbre en la decisión arbitral para cobrar el tanto. Luego de revisar la jugada se dio como válido y desató el festejo de las quince mil personas presente.

Con la ventaja, el equipo albiceleste manejó los tiempos, hizo control de pelota y de la mano de Aymar aprovechó el adelantamiento de las líneas de la selección china, que estaba obligada a buscar el empate.

De esta manera, la volante más habilidosa (Aymar), con gran destreza, sorteó a cuatro chinas y definió para poner cifra concluyente al encuentro.

El resultado final del match dio por terminadas las ilusiones de pelear la clasificación a semis de China. Por el lado local, el lugar ya está asegurado y aguarda su próximo choque frente al otro líder del grupo B, Inglaterra.

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