Por: Camila Nogues
Fue
el primer club del mundo en especificar en sus estatutos su condición
de antifascista, antisexista y antirracista. Su presidente, Corny
Littman, se declaró abiertamente homosexual. Se hacen llamar “los
piratas del Elba” por el emblema que adoptaron, el de un craneo con
huesos cruzados que representa su oposición al stablishment
capitalista. Sólo en su país cuenta con más de 11 millones de
hinchas y consiguió el récord de asistencia a partidos de Tercera
División. En una categoría donde se estima que el público ronda las 200 personas, colmó su estadio con 15 mil fanáticos
enfervorecidos. Cuenta con la mayor cantidad de mujeres asociadas y
tienen tanto poder que su presión hizo que el club retirara sus
anuncios en una revista masculina por considerar que denigraba a su
género.Tienen la particularidad de recibir a su equipo cada vez que
salta al campo de juego con la canción de AC/DC “Hell's Bells” y
festejan cada gol con la famosa “Song 2” de Blur. El club que
rompe con todos los esquemas predeterminados ahora es parte de la
Bundesliga tras conseguir el ascenso la temporada pasada y su
principal patrocinador es una tienda erótica que para celebrar su
regreso a la máxima categoría elaboró 20 mil condones con el
escudo del club. Sin lugar a dudas, es un oasis dentro del mundo del
fútbol.
Originario
de la ciudad portuaria de Hamburgo, especificamente del distrito
Sankt Pauli, que cobija a la clase trabajadora que trajo el tráfico
marítimo y donde se vive con poco acatamiento de las normas y
desenfreno, éste club es el retrato fidedigno de la sociedad y
cultura a la que pertenece.
El St Pauli fue fundado en 1910, pero no
fue hasta 1980 que tomó mayor personificación con su agrupación,
cuando cambió la ubicación de su cancha al muelle y surgieron
espontáneamente los ideales comunistas y socialistas que representan
al club.
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