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30 septiembre 2010

Un proyecto serio y sincero

 
Por Tomás Franch

El equipo argentino de Copa Davis se quedó otra vez sin la posibilidad de poder disputar la tan ansiada final del certamen. 

Los capitaneados por Modesto Vázquez perdieron de visitante por un contundente 5 a 0 frente a Francia, quien se enfrentará a Serbia en la última instancia del campeonato. 

Pero tras una década de muchos altibajos, llegando a la final en dos ocasiones -primero en el 2006 de visitante contra Rusia y luego en el 2008 en Mar del Plata frente a España-, es momento de hacer una autocrítica y plantearse los objetivos con sinceridad y firmeza.

Antes que nada, se deberá confiar en el capitán de turno, ya sea Vázquez o a quien le cedan la posibilidad, y respetar sus decisiones.

¿Por qué "respetar sus decisiones"? Luego del segundo single disputado entre David Nalbandian y Gaël Monfils, en el cual el francés obtuvo la victoria, el argentino salió a reprochar la decisión del capitán de poner a Juan Mónaco como singlista y no a Eduardo Schwank, que de ser así el primer encuentro hubiera sido entre Nalbandian y Michaël Llodra. 

Pero no es la primera vez que se producen diferencias entre el equipo de Copa Davis, ya que en la etapa final del torneo en el 2008, en el cual Argentina jugaba la final frente a España, salieron a la luz las distintas diferencias entre Nalbandian, Alberto Mancini -capitán de aquel entonces- y Juan Martín Del Potro. 

En aquella vez, Del Potro había disputado el Masters de Shangai una semana previa a la final y al oriundo de Unquillo no le gustó mucho, ya que en el segundo single el ganador del US Open en el 2009 perdió en cuatro sets frente a Feliciano López y comenzaron los distanciamientos, que culminarían con la frustración de no poder conquitar la Ensaladera de Plata.    

Luego de esta serie que finalizó 3 a 1 a favor de los europeos, Mancini dejó el cargo de capitán del equipo, por lo que asumió Vázquez, y jugadores como Del Potro no volvieron a disputar partido alguno, no así Nalbandian que dice presente en cada momento. 

Es por eso que el año que viene, cuando comienza una nueva década y se enfrente en primera ronda a Rumania, el equipo argentino de Copa Davis deberá plantearse seriamente los objetivos y tratar de resolver los problemas, porque a pesar de ser un deporte muy individualista, la Copa Davis se juega en equipo y hay que actuar como tal.  





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