Por: Camila Nogues
Miles de personas se congregaron en Plaza de Mayo principalmente para expresar su dolor tras la muerte de quien fuera su máximo referente y líder político de los últimos años, pero también para brindarle apoyo y fuerza a la presidente, Cristina Kirchner, quién encabeza el proyecto que inició su marido cuando asumió en 2003.
Si una persona que no supiera el porqué de la masiva movilización, una de las últimas razones que tendría en su lista de posibilidades sería la de un velatorio. El duelo que se vivió en esas históricas cuadras de Buenos Aires fue todo menos convencional. La sorpresiva desaparición de Néstor Kichner pareció reavivarles un sentimiento de unión y lucha.
La musicalización (sólo cortada en los pocos instantes de aquel silencio que revelaba la congoja), cantos de apoyo a Cristina, otros de recuerdo hacia Néstor y el hit, contra el vicepresidente, Julio Cobos. El ambiente, movedizo, al son de las flameantes banderas. Jóvenes, ancianos, adultos y niños. Familias enteras. Parejas heterosexuales. Parejas homosexuales. Representantes de los pueblos originarios.
Fue el duelo donde el dolor se convirtió en motor de fuerza, unión y pasión por la defensa de un modelo en el que creen sin importar objeciones. Todo convergió el 28 y 29 de octubre ,mes que unido a la Plaza es una postal clave en la memoria justicialista, para mostrar que pese a la desaparición física de Kirchner, el proyecto nacional y popular que inició tiene más fuerza que nunca. Para demostrarle a los que los quieren ver caer, que van a tener que esperar mucho tiempo más.
Se hicieron escuchar, y cómo...
Foto, video y audio: Fuerte al medio
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